29 de abril de 2006

Elimar

Risas, rizos
tez morena,
cabello oscuro.
Mirada serena,
besos emplastados,
en un cachete olvidados.
Solo un año
va desde que tus ojos profundos
se abrieran llorosos
en este mundo.
Belleza en frasco pequeño.
Consecuencia de atardeceres mojados.
no dejes que mi ser ahuecado
ya por los años
en un futuro te haga daño.
Sonreíre aunque no me reconozcas.
Lloraré cuando tu sufras
y buscaré vengar tus agravios.
No crezcas muy rápido, muñequita.
Sigue viviendo en tu fantasía,
en tu mundo color de rosa viva.
Hoy te abrazaré,
te besaré en la frente lisa,
y esperaré tus primeros amores,
gozaré tu alegría ante la vida.
Soñaré con verte enorme,
ya formada ante mi piel estrujada
y entre mis almohadas
en la noche pensaré en como hablarte
sobre pasiones, locuras y amores
ya cuando seas grande.
Vive.. te diré susurrando.
Sufre.. porque es necesario.
Ama... porque no podrás evitarlo.
Pero conserva tu dulzura
no copies mi amargura.
Sé para siempre la mirada calma,
la nostalgia olvidada,
la locura formada
de llorosas risas.
No cometas mis errores...
Sé siempre así...
Pero mejor olvidemos este parlamento
tu no sabes ni ha que me refiero.
Son demasiadas palabras
para tu corazón de niñita mimada.
Mejor olvidalo...
Ya hablaremos mañana.

28 de abril de 2006

Tiempo perdido...

Una noche de pasión desenfrenada
con aquél hombre sin cara
que abandoné al amanecer.
No lo he vuelto a ver...
¡Que agonía revolotea mis venas!
Es como ocultarme en un agua sin cauce
donde el ayer y el momento
solo tienen un dios:
"Carpe-Diem".
Lo escucho susurrame agonizante
entre tu piel y mis carnes.
Soy la despachada del amor,
vagabunda sin días,
reina de la noche
que no escucha razones.
Has de mis fosiles algo digno de un museo.
Reconoce el arte arquitectónico de mi extraña figura.
¿Para qué cuestionar?
Entre cerveza y cerveza, abrázame.
Entre cigarro y cigarro, bésame.
¿Quién se enterará? Todos. ¿Y qué?
La noche nunca será joven...
Tómame hoy que no abrá mañana.
Porque tu mirada pronto encontrará otra geografía.
Explorarás otros montes.
yo seguiré aquí, todos los días
con mi poesía expirada de siglos de alma ligera,
y el recuerdo que aquel miércoles pasado, ya lejano,
en la parte trasera de aquel viejo carro,
al que sucedería el poema ya olvidado.
¡Aprovéchame!
Porque aunque de colonia vengo, colonia no soy.
No me ataré a tus carnes de libertino atado.
Entre cigarro, cerveza y caricia, déjate llevar.
Yo haré igual...
Ella no se enterará.
Esta noche no se repetirá
y yo seguiré aquí
leyendo mi poesía barata
sin más nada que esperar
que otro miércoles de bohemia
y otro hombre en mis almohadas.